La Ley anti-Violencia Contra las Mujeres (VAWA) ofrece reglas un poco más generosas para un extranjero que haya sido objeto de abuso o crueldad extrema por cierto miembro de la familia ciudadano estadounidense o residente permanente. En el fondo, esta ley busca eliminar el control sobre el proceso de inmigración que tiene el ciudadano estadounidense abusivo y permitir que el ciudadano extranjero pueda solicitar la residencia permanente, incluso sin la cooperación del abusador.